sábado, 16 de febrero de 2019

El Greco


Sesenta mil personas marchan a Madrid para pedir pan, techo y trabajo. No estoy orgulloso: en lugar de ir también, me fui a Toledo para ver la del Greco y comer carcamusa.
-Hizo usted muy bien. Ahora mismo hablan de carreras y cargas entre antidisturbios y manifestantes.
-Ya, pero creo que debería haber estado allí. Corriendo también.
-¿Es que es usted un radical violento?
-No. ¿Por? ¿tengo cara de policía de permiso?....

El cristo sufriente del Expolio sufre con paciencia el mal trago. Los guardias romanos lo maniatan y se quedan con sus ropas. Pero no se sabe para qué: para un oficial romano, una túnica color geranio brillante es muy poco ponible.
-El cuadrito es una verdadera maravilla.
-Sí que lo es.
Lo creo, pero sospecho que el modelo de expoliado que no protesta ni dice ni pío aunque lo maten es recurrente y deseado para según qué ralea en este país.

El señor del tiempo dijo que llovería, pero hace un sol imponente y en la cola, una hora a lo largo de un muro de granito reverberante, nos tapamos de él con gorros de agua impermeables que nos cuecen los sesos. Una hora de cola da para muchas conversaciones.

-Dicen que se muere Suárez.
-Sí, lástima. Era un buen hombre, creo. Y un estadista.
-Un trepa, es lo que era. Un franquista reconvertido en demócrata.
-Hombre, pero gracias a él...
-Nada de nada. ¡Un chaquetero! Y un oportunista.
-Pero es mejor ser falangista y convertirse en demócrata que nacer de izquierdas y convertirse en consejero de una petrolera.
-Eso no viene a cuento.
-No señor....

La Adoración de los Magos es un cuadro inmenso y deslumbrante. Una verdadera joya. Como muchos otros, un prodigio de color. El Greco nos da una lección impresionante de Pintura, de la de verdad. Una vida pintando. Color, luz, detalles. Y retratos: maravillosos retratos.

-La Pintura, ya lo dijo Michelangelo, es triste y desgraciada, igual que las demás Artes. Inferiores por naturaleza a la Escultura. Michelangelo amaba al mármol. Es muy difícil pintar ¿sabe usted? un culo, una teta o una polla y sus huevos, en toda su tersura y su volumen. Esculpir, en cambio, es otra cosa. Se puede tocar. Pero pintar un culo o unas tetas, amigo.... es cosa complicada.
-Ya, pero pruebe usted a esculpir una puesta de sol.
-Oiga, cuando yo hable en plan magistral, usted mejor se calla...
-Sí señor.

El Caballero con la mano en el pecho, o como se llame, es un retrato mágico y casi perfecto. Pero multitud de guías y visitantes coincidían a coro en que, tras su limpieza y aclarado de colores y fondo, había perdido parte de su misterio. No gusta igual, decían, proclamando así a los cuatro vientos su idiotez. El Caballero es un retrato bueno de verdad. No por la negrura que tuviera, ni por su misterio, si lo hubo. Es bueno por lo bueno que es.

Sobre nosotros, el Alcázar guarda al nuevo Museo del Ejército, que tiene salas interesantes, pero que en otras es necesario retirar la caspa con pala quitanieves. En todo caso, nada que ver con el rico Museo Naval de Madrid. El Alcázar, ya lo sabemos, fue bombardeado. Los bombardeos son como los alumnos de secundaria: unos son más populares que otros. Y algunos, sencillamente son olvidados y sólo sirven de burla y desprecio para esa chica deseada que se llama Historia. Esa que, aunque se hace la estrecha, en realidad es una putilla que siempre termina, con la almeja humedecida, junto al vencedor: el más salvaje y despiadado de la clase. Que se joda.

-Pues no hubieran ustedes perdido la guerra....
-Tiene usted mucha razón. Y que no tengamos partido de vuelta.

Todo el Greco está hasta junio en Toledo. Paquete Básico Greco. Paquete Greco Exclusive.  Paquete Greco-Toledo. Sólo falta el Greco con elevalunas, llantas de aleación y climatizador. Merece la pena, aunque parece que hayan contratado para su venta al director de marketing de SEAT.

Toledo, como la casa de Norman Bates, no da miedo sin nubarrones negros. De hecho, son como otra cosa con el cielo azul límpido. Pero la pintura de el Greco, sí. No son sólo nubes negras. Es un color vertiginoso. Una luz incisiva y a la vez envolvente. Gasas, rasos, metales, broches y maderas. Y retratos. Una colección abrumadora de retratos. Una lección de Pintura maravillosa e impagable.

-Hoy se decide la liga. Madrid o Barça...
-Cuidadín con el Atleti del Cholo...
-¿Le dije antes que me cae usted fatal?
-No señor.

La Pintura, la triste Pintura... La que enloqueció a unos y mató de hambre a tantos. La obsesión. Lo inabarcable. La Pintura, oficio. La Pintura, pasión. Ambición, frustración, ansiedad. La inmensa luz. Y la oscuridad, sí. Porque para la Pintura "nunca faltará qué ver, pues hasta en la mediocre oscuridad ve y goza. Y en ella encuentra motivos para imitar...."


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